Nubes sin forma, flores que bailan sin que nadie lo pida.

Y oí que hoy, las nubes no tenían forma alguna. Solo fluían y ya.
Me lo contaron el viento y las hojas.
Las ramas de los árboles levemente asintieron. Entonces, alcé mi rostro y ahí estaban, amorfas, las nubes sobre mí, sonriendo y haciendo, alguna que otra morisqueta. Sin quedarse nunca quietas, así son ellas. 

~ Las nubes sin forma, fluían. ~


En el silencio, en un susurro o en un silbido. De todas formas podían contarme historias las flores y la yerba. Podían cantar canciones, o no cantarme nada. Pero aunque no hablaran, eso sí, siempre bailaban. 

~ Las flores bailaban, sin que nadie se lo pidiera. ~

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